A través de sus sonrisas, las trillizas de estos adolescentes transmiten amor, constancia, esfuerzo y esperanza en sus ganas de vivir, apreciar y disfrutar cada día. ¡Son un ejemplo triunfal!
El nacimiento de Mackenzie, Macy y Madeline es uno de los casos menos comunes en el mundo de los embarazos múltiples. Dos de los trillises eran gemelos; Macy y Mackenzie estaban unidos y compartían estómago.
Todos los médicos y enfermeras del hospital participaron en este parto y se hizo todo lo posible para garantizar la salud y el bienestar de los niños. El pronóstico no era demasiado alarmante porque debían someterse a numerosas pruebas y ser conectados con cables y sonar a los equipos del hospital.
Lamentablemente, la madre biológica de las trillizas no pudo cuidarlas y decidió darlas en adopción. Era inevitable que el optimismo del equipo médico se viera afectado y que se sintieran frustrados, ya que sentían que esta ya difícil tarea se hacía aún más difícil por la evidente calidez y amor de la madre por sus hijos.
En el curso del desarrollo, aparecieron dos ángeles: Darla y Jeff Garrison, una pareja que ya tenía tres hijos adoptados. Aceptaron el voto de amor de cuidar, proteger y luchar por los tres niños.
Esta pareja no tenía mucho dinero, pero no dudaron en cambiar su estilo de vida a uno más modesto para mantener a estos pequeños bajo su protección y cuidado. Tomaron la decisión de caminar junto a ellas durante todo el proceso de separación de las hermanas siamesas para brindarles un nuevo comienzo.
Estas pequeñas personas lucharon contra viento y marea y sintieron el apoyo y el amor de todos, y finalmente lograron sobrevivir.
La intrincada cirugía para separar a los gemelos siameses se completó en septiembre de 2003. Fue una operación de alto riesgo que se ejecutó con extrema precaución y tomó 24 agonizantes horas para completarse, pero tuvo éxito.
Puedes verlos en el siguiente vídeo resumen:
Como resultado de la separación de las hermanas Macy y Madeline, fue necesario estirar la piel para asegurarse de que sus heridas sanaran sin dificultad.
Aquí podemos verlos en el hospital unos días después de la operación, angustiados.
El proceso de curación y rehabilitación fue realmente sorprendente.
La ayuda de una prótesis permitió a las hermanas llevar una vida normal.
Con dedicación, constancia y esfuerzo aprendieron a valerse por sí mismos.
En todo momento gozaron de buena salud física y emocional.
La ayuda de una prótesis permitió a las hermanas llevar una vida normal.
Con dedicación, constancia y esfuerzo aprendieron a valerse por sí mismos.
¡Siempre han sentido el amor y el apoyo de su familia!