Un equipo colaborativo de arqueólogos franceses e iraníes ha desenterrado evidencia de ocupación humana temprana en la meseta central de Irán.
El descubrimiento de la cueva kurda de Qаleh en Qazvín ha ampliado el tiempo de asentamiento humano en la región en más de 300.000 años, según una investigación publicada en el Journal of Paleolithіc Archaeology el 2 de mayo. 3. Este importante hallazgo incluye un diente deciduo humano y un rico conjunto de Materiales líticos y faunísticos, que proporcionan nuevos conocimientos sobre las primeras dispersiones humanas y las interacciones culturales en toda la región.
La meseta central iraní, flanqueada por las montañas Alborz y Zagros, es una zona arqueológica crítica debido a su posición estratégica en la encrucijada del Levante, el Cáucaso, Italia y Asia Oriental. Esta ubicación ha servido históricamente como un corredor vital para la migración e interacción humana durante la época del Pleistoceno.
El Proyecto Paleoantropológico conjunto iraní y francés se centró en la cueva kurda de Qaleh, situada en el borde occidental de la Meseta Central, cerca de las Montañas Zagros. Las excavaciones revelaron que la cueva estuvo ocupada por humanos hace aproximadamente 452.000 y 165.000 años. Este período es anterior a la evidencia previamente conocida de habitación humana en la zona, que data de hace unos 80.000 años.
Lo central de este descubrimiento es un primer molar superior deciduo humano, que se encuentra en la parte superior de la secuencia del Pleistoceno Medio. Este diente, junto con una colección diversa de herramientas líticas y restos de fauna, indica que la cueva fue ocupada recurrentemente por culturas del Paleolítico Medio temprano. El conjunto de fauna, compuesto predominantemente por huesos de caballo, muestra amplias evidencias de carnicería.
Los hallazgos en la cueva Qаleh Kurd sugieren conexiones culturales con conjuntos contemporáneos en el Cáucaso y el Levante, y más tarde con culturas del Paleolítico Medio en la región de Zagros. Este descubrimiento enriquece nuestra comprensión de la evolución humana durante el Pleistoceno Medio y subraya la importancia de la Meseta iraní como una encrucijada para las antiguas poblaciones humanas que se movían entre el Levante, el Cáucaso, Asia Central y Asia Oriental.
Un investigador de la Universidad de Teherán, que habló con bne IntellіNews, enfatizó la importancia del descubrimiento: “Este descubrimiento no sólo enriquece nuestra comprensión de la evolución humana en el Pleistoceno Medio sino que también subraya la importancia del La meseta como encrucijada de antiguas poblaciones humanas .”
Con 27 sitios, Irán se encuentra entre los 10 países con más sitios de patrimonio cultural en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO y sigue siendo un punto focal para la investigación arqueológica y los esfuerzos de conservación. Si bien se siguen realizando descubrimientos importantes, la realización de investigaciones arqueológicas en la región no está exenta de desafíos. La inestabilidad política, cuestiones logísticas como las restricciones de visa y factores ambientales como el aumento de las precipitaciones representan amenazas para los sitios arqueológicos.
A pesar de los desafíos, cada descubrimiento, como el diente de 450.000 años de antigüedad en la cueva kurda de Qaleh, reafirma el papel fundamental de la región en el mosaico de la historia humana.